Organizaciones y dirigentes ambientalistas, sociales y culturales del pueblo banilejo expresaron su protesta y rechazo total al crimen ecológico que grupos de intereses económicos cometen en pleno corazón de Las Dunas de Baní.
Los banilejos reclaman que el Ministerio de Medio Ambiente detenga de inmediato el apoyo a quienes depredan y asesinan brutalmente fauna y flora de las Dunas y los que sustraen de forma clandestina sus arenas.
Igualmente, advirtieron que no permitirán que las Dunas sean destruidas por particulares sin que las autoridades hagan nada y expresaron su disposición de defenderlas.
Entidades como Alianza Banileja, Patronato de Apoyo al Cucurucho de Peravia, seccional Baní-Matanzas de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Instituto Duartiano y Movimiento Cultural Peraviano, expresaron su total rechazo a las acciones “que dañan de forma recurrente este patrimonio natural, cultural e histórico de los banilejos, del país y de toda la Región del Caribe”. Los munícipes de esta localidad han reaccionado de esta forma al enterarse de las nuevas agresiones de invasores, “que talan y queman intensamente miles de metros del área boscosa de Las Dunas de Las Calderas”, declaradas Reserva Científica Félix Servio Ducoudray, hace décadas por el valor ecológico que estas representan.
Listín Diario volvió a denunciar este lunes en un amplio reportaje, que es “tierra arrasada en lo que están quedando las Dunas Banilejas en la zona de Las Calderas, debido al proceso de explotación a que están siendo sometidas los últimos meses por invasores que colocan extensas empalizadas, talan y queman su capa boscosa ante la indiferencia de autoridades locales y nacionales de Medio Ambiente”.
Ante este inocultable ilícito medioambiental que lacera de forma inmisericorde el alma de Las Dunas, Alianza Banileja y el Patronato de Apoyo al Cucurucho de Peravia, sus dirigentes Luis Ney Quiterio y Fabio Fernando Herrera, han rechazado de plano estas acciones y piden a Medio Ambiente atención inmediata “a nuestras Dunas”.
Dicen que junto a un importante grupo de entidades y munícipes banilejos de diferentes sectores, sociales, culturales, ambientalistas y profesionales conformarán un movimiento de apoyo y protección a las Dunas y solicitarán al Congreso Nacional y al Gobierno dominicano, la elevación de esta Reserva Científica a la categoría de Parque Nacional, “para que reciba las atenciones y el cuidado que este recurso natural requiere”.
Con esta idea coincide también la seccional Baní-Matanzas, de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP). Su presidente, profesor Gregorio Aybar, señala que con la declaratoria de las Dunas como Parque Nacional, “quedaría bien claro y sin lugar a dudas las actividades que aquí no se podrían realizar, poniendo límites claros a los que negocian con nuestros recursos naturales”.
Dulce Báez, presidente del Instituto Duartiano-Baní, y Partenio Peña, del Movimiento Cultural Peraviano, expresaron su rotundo rechazo “a estas acciones criminales en contra de nuestras Dunas, vengan de donde vengan”.
Demandaron de las autoridades nacionales y locales de Medio Ambiente parar inmediatamente “esta barbaridad”.
El reconocido ambientalista banilejo Alexis Agramonte también elevó su voz de indignación a este atropello medioambiental, y aseguró que hay una gran irresponsabilidad de Medio Ambiente cuando permite que un recurso de esta naturaleza sea afectado en esta magnitud.
“Esto es un desastre, esto es criminal, esto no puede seguir así”, manifestó Agramonte. Dijo que Medio Ambiente debería “meter preso a todo ese personal que le pagan para velar por el cuidado de ese parque natural, pero lo que hace es entrar en contubernio con sus agresores”.
“Hay que ponerlos a reparar los daños ecológicos reforestando todas las áreas dañadas con las mismas especies que han diezmado”, expresó Agramonte.
Productores apícolas de Las Calderas, Miembros del Club Las Calderas, Caldereros Ausentes, y productores caprinos de esta comunidad, denuncian que el propósito de este desmonte del Parque Natural Dunas de Las Calderas, es explotar la zona con fines agrícolas, pero asegura que medio ambiente sabe, “que esta no es una zona de explotación agrícola, porque esto es área protegida”, afirman.
En el área de tala y quema de especies endémicas en estas dunas se pudo apreciar la perforación de un pozo, en el que obreros trabajaban despreocupadamente sacando arena con cubos, colocando tuberías de plástico y moviendo otras herramientas de trabajo “que indica claramente que el fin de todo este daño es instalar fincas agrícolas aquí”, precisan.