El Presidente considera que mejoras en la clasificación de riesgo prueban los avances de República Dominicana.
República Dominicana está tras la meta de alcanzar el grado de inversión, principalmente por las ventajas que se obtienen en los mercados financieros internacionales al momento de emitir deuda. El reto es lograrlo, pero para ello es necesario aplicar políticas fiscales que generen certidumbre en las agencias calificadoras.
Datos de Crédito Público establecen que la deuda pública consolidada aumentó en US$21,176.1 millones entre septiembre de 2020 y septiembre de 2023, al pasar de US$51,945.3 millones a US$73,121.4 millones en este período, para un aumento relativo de un 40.76%.
A pesar del aumento de la deuda pública en términos absolutos, mas no con relación al producto interno bruto (PIB), las autoridades dominicanas han logrado el visto bueno de las agencias calificadoras de riesgo y de los organismos financieros internacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Estas instituciones reconocen la prudencia en el manejo fiscal que ha tenido el Gobierno dominicano. El FMI ha destacado la resiliencia y el dinamismo de la economía del país, pese a la situación de incertidumbre internacional.
A principios de este mes, la agencia crediticia Standard & Poor’s (S&P Global) reafirmó la calificación de riesgo del país en BB con perspectiva estable, valorando, entre otros aspectos, el fortalecimiento de las instituciones gubernamentales. A su entender, la actual gestión gubernamental ha mantenido la capacidad de mantener altas tasas de crecimiento económico, mejora en la planificación fiscal y manejo de la deuda pública.
